jueves, octubre 23, 2008

El diablo y yo nos entendemos

El diablo y yo nos entendemos
como dos viejos amigos.
A veces se hace mi sombra,
va a todas partes conmigo.
Se me trepa a la nariz y me la muerde
y la quiebra con sus dientes finos.
Cuando estoy en la ventana me dice ¡BRINCA!
detrás del oído.

Aquí en la cama se acuesta
a mis pies como un niño
y me ilumina el insomnio
con luces de artificio.
Nunca se esta quieto.
Anda como un maldito
como un loco, adivinando
cosas que no me digo.

Quien sabe que gotas pone
en mis ojos, que me miro
a veces cara de diablo
cuando estoy distraído.
De vez en cuando me toma
los dedos mientras escribo.

Es raro y simple. Parece
a veces arrepentido.
El pobre no sabe nada de si mismo.
Cuando soy santo me pongo
a murmurarle al oído
y lo mareo y me desquito.
Pero después de todo
somos amigos y tiene
una ternura como un membrillo
y se siente solo el pobrecito.

Jaime Sabines

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